jueves, 27 de septiembre de 2007

Tremenda soledad

Hoy, sentada en este espacio vacío me sabe que la vida no se apiada de mí.
Es triste ver que tu vida pasa tan de prisa y no deja que tomes un instante para reflexionar.
A veces decimos tantas cosas que mejor callar. Pero hoy es tarde, no estás aquí.
No creo que seas el gran amor, pero aún así te amé. No soy lo que buscabas pero, aún así me quieres a tu manera.
Pienso y pienso que sería mejor un final, Pero obviamente hay una pequeña vida entre nosostros.
Es que las lágrimas no me bastan para desahogar todo el mal, sabes?. Necesito que aprendas a escucharme sin negar todo lo que afirmo. Me encantaría que fueras compañero de mis palabras y además que...me acompañes en lo que soy y lo que siento.
Ya no me veo contigo al final de los años, ya no. Cada vez es más grande la diferencia que hay entre una vida y la otra. Qué distintas son las visiones de lo que anelamos. Cada uno precisa de algo que el otro ya no da. Y eso es lo más triste que me ha sucedido.
Hoy no estás aquí, te marchaste para olvidar. Sé que en un momento a otro regresarás a tu lugar cerca de mí, pero todo seguirá como siempre, en silencio.
Espero que algún día encuentres lo que buscas, y espero yo encontrar el gran amor, por el momento...todo sigue igual. Sólo resta esperar el llegue el día.